Corolario

El Club entiende el Vuelo Libre como un medio más para el Piloto disfrutar la vida, por lo que implica sentirse libre y en contacto con la naturaleza de una forma directa y pura.

Entiende también que el disfrute de este deporte se enriquece más cuando se realiza con otros Pilotos, que se acercan a este deporte con ese anhelo de libertad y evasión de los problemas frecuentes del suelo, que alienan y empobrecen a la humanidad de forma artifical.

Asimismo se considera que el Piloto crece más desarrollando su afición en viaje, conociendo otros Pilotos, otros lugares y otras culturas, y que este viaje nos hace mejores Pilotos y mejores personas.

El propio riesgo que el Vuelo Libre implica, es la alerta que siempre se debe considerar en la forma de volar y plantear el vuelo; y la Seguridad debe ser una prioridad en el enfoque del aprendizaje y el desarrollo de la disciplina.

De la misma manera esa certeza de la fragilidad de la Vida y la fina línea que separa el Vuelo seguro y placentero del accidente, debe ser una cuestión a tener siempre presente.

Esa cercana convicencia con el riesgo, lejos de ser un reclamo para los «amantes del riesgo por el riesgo» y los «adictos a la adrenalina» debe ser un recordatorio de la fragilidad Humana, del valor que tiene la vida y que vivirla en plenitud, no solo es un privilegio, sino que debe considerarse un mandato.

Estos son algunos de los Principios en los que cree este Club y deben ser la directriz general de sus acciones y planteamientos.